Cuando nos sometemos a alguna intervención quirúrgica, lo hace con el deseo de obtener una mejora en su salud y calidad de vida. Pero cada operación tiene un determinado riesgo, por lo que debemos determinar si existe un determinado riesgo antes de cualquier operación.

 

Es necesario determinar si existe alguna posibilidad de presentar alguna complicación, evento adverso, e incluso un desenlace fatal, durante un determinado acto operatorio.

 

Es por ello que cada cirujano, antes de cada operación solicita una evaluación pre--operatoria con la finalidad de que se estudie integralmente al paciente, como parte de su preparación para la cirugía que se ha planificado realizar, y así ofrecerle una mejor asistencia durante el desarrollo de la intervención.

 

El riesgo quirúrgico cardiológico consiste en varias partes. Las cuales son conformadas por: El interrogatorio, evaluación de factores de riesgo, examen físico integral y el estudio del ritmo cardiaco; los cuales son decisivos para descartar enfermedades no detectadas previamente y que, si no se tratan, podrían complicar la cirugía.